El pasado día 16 de septiembre
publicaron varios medios de comunicación la detención por parte de la Brigada
provincial de Información de Madrid de José López Menéndez, un anarquista acusado de colocar
más de 30 artefactos explosivos por diversos establecimientos y locales
públicos desde abril de 2009 hasta su detención este mes de septiembre. Este
individuo que ya se encuentra en prisión, es integrante del Grupo Anarquista
TIERRA SALVAJE y con sus actos intentaba emular
a Tehodore Kaczynski (alias “UNABOMBER”), un conocido terrorista
anarquista norteamericano que cometió varios atentados en EEUU entre los años
1978 y 1995 que causaron la muerte de 3 personas.
¿Qué es el anarquismo?
“Sin Dios, sin patria, sin rey”. Esta frase conocida
por todos nosotros es la forma coloquial que define lo que básicamente es el
anarquismo. Definida por los entendidos como una filosofía política y social
que llama a la oposición y abolición del estado entendido como gobierno, y por
extensión, de toda la autoridad, jerarquía o control social que se imponga al
individuo, el movimiento anarquista defiende desde sus orígenes hasta el día de
hoy la lucha contra el estado y todos aquello
que lo representa.
A lo largo de los años esta lucha se ha basado en la
movilización social, principalmente de la clase obrera, contra los poderes del
estado a través de la desobediencia civil. Esta desobediencia tiene como fin
debilitar la autoridad del estado, al proponer ignorar sistemáticamente las
leyes que los gobiernos imponen, consiguiendo de esta forma el suponer la
inviabilidad del aparato represivo del estado y su disolución. Esta forma de
lucha implica acciones no violentas y coordenadas por el máximo de personas
posibles al objeto de desbordar al estado a la hora de reprimir a las masas,
por ello la no consecución de estos objetivos por parte del movimiento
anarquista hace que no quede otra alternativa que la acción directa. Estas
acciones no están vinculadas necesariamente con hechos violentos, pero sí
tienen una gran carga propagandística para la consecución de los objetivos.
El anarquismo propone una fórmula de gobierno
consistente en la organización y el pacto voluntario, sin coacción, entre
individuos, con rechazo a toda organización y pacto obligatorio. La autogestión
y el asamblearismo son las dos características que mejor definen a esta forma
de gobierno, donde todas las decisiones de deciden por consenso en las
asambleas por la fórmula de “democracia directa”.
En la actualidad los anarquistas participan en todos
aquellos movimiento en los que pueda existir algún tipo de rechazo por el orden
social establecido con el fin de influir en el grupo de individuos movilizados y establecer sus propios objetivos. El
anarco-sindicalismo, ecologismo, antinucleares, animalistas, anti-taurinos,
anti-clericales o anti-militaristas entre otros son los diversos grupos donde
los anarquistas se integran y desde donde publicitan su filosofía política y
social. Como hecho reciente en España tenemos su participación activa dentro de
los movimientos denominados “15M”, donde en muchas ocasiones tomaron la batuta
de las asambleas y organizaron las acampadas que tuvieron lugar en varias
ciudades.